El Consejo Permanente de la OEA exigió este miércoles, mediante una resolución apoyada por 25 países, ocho abstenciones y un voto en contra, el restablecimiento del diálogo entre el gobierno dirigido por Daniel Ortega y la oposición, la adopción de reformas al sistema electoral y nuevas elecciones presidenciales.
Desde el 12 de noviembre último, el organismo cuestionó la legitimidad de los comicios celebrados cinco días antes, exigió la liberación de los considerados por el grupo como presos políticos y ahora argumentó un supuesto incumplimiento de la nación de los compromisos de la Carta Democrática Interamericana.
Esas manifestaciones de injerencia determinaron la decisión del país de abandonar dicho mecanismo internacional, calificado por los diplomáticos nicaragüenses en un mensaje como “el antro donde se fabrican crímenes, tropelías y tropeles contra todos los derechos humanos, políticos y económicos”.
A nombre del gobierno y pueblo de ese territorio centroamericano, sus representantes consideraron el reciente acontecimiento como una muestra del intervencionismo de la OEA, uno más en “su historia despreciable de ignominiosa, deshonrosa, desvergonzada y depravada entrega”.
El texto refiere cómo esta nueva acción responde, una vez más, a la postura sumisa a Estados Unidos, la negación a los derechos de los pueblos y su participación como cómplices, convocantes y protagonistas de golpes de estado, invasiones, intervenciones y maniobras destructivas y genocidas.
El documento denunció los crímenes y la abyección cometidos por la OEA contra todos las cartas del derecho internacional y reafirmó a Nicaragua como una patria libre, honrosa y gloriosa, cuna de figuras relevantes, entre ellos, el poeta Rubén Darío y los generales Benjamín Zeledón y Augusto C. Sandino.
msm/dgh