Según aseguró el presidente del Banco Central, Yi Gang, los riesgos de ese caso no tendrán impacto en las operaciones del sector a mediano y largo plazo.
Sus declaraciones siguieron a un comunicado de Evergrande sobre la demanda recibida para que entregue 260 millones de dólares como respaldo, ante la acumulación de deudas. “En vistas de que el grupo está incapacitado para cumplir con las obligaciones financieras, los acreedores podrían exigir acelerar el reembolso”, indicó la empresa.
Además, este viernes la agencia calificadora de riesgos Fitch cambió la valoración del gigante inmobiliario chino a RD (default limitado), después de que incumpliera el pago de intereses de bonos con el período de gracia vencido el lunes pasado.
Tras meses de incertidumbre, Evergrande evitó en octubre caer oficialmente en la quiebra, al saldar los intereses adeudados de un bono “offshore” por 83,5 millones de dólares, pero advirtió entonces que no garantizaba ser capaz de cumplir con otras obligaciones.
Sus problemas de liquidez lo llevaron a deudas internacionales por encima de los 300 mil millones de dólares y hasta impactó en el lento crecimiento de la economía china en el tercer trimestre de este año.
Pese a la inquietud que despertó el caso, este país señaló varias veces que los riesgos del mercado seguirán bajo control y no afectarán mucho a las necesidades razonables de capital.
Igualmente, solo espera impagos, cierre de algunos sitios de construcción e incertidumbre en la entrega a tiempo de viviendas pagadas por adelantado.
Reportes de la prensa local revelaron una petición del Gobierno a Hui Ka Yan, dueño de Evergrande y uno de los principales multimillonario del país, de usar su patrimonio personal para aliviar la crisis financiera de su empresa.
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