Indicó como ejemplo a los empleados de Uber o Deliveroo y mencionó la necesidad de aclarar la situación laboral de gran cantidad de personas en Europa.
El objetivo de la Comisión es dilucidar la situación en ese sentido de millones de repartidores, choferes y mensajeros que trabajan para empresas que insisten en considerarlos como autónomos con prestación de servicios.
La CE examinó el hecho de que una plataforma fije los niveles de remuneración, supervisión de los servicios de forma remota, permita a las personas elegir sus horarios o rechazar tareas, imponga el uso de uniforme, o incluso prohiba trabajar para otras empresas.
En ese cuadro, la Comisión propuso que cuando dos de esos criterios estén validados, la plataforma digital será considerada empleador y por lo tanto deberá someterse a las obligaciones del derecho laboral en cada país donde actúa.
El paquete también impone una mayor transparencia sobre el funcionamiento de los algoritmos en las aplicaciones móviles utilizadas para funcionar.
En particular, busca garantías de que los trabajadores estén siempre informados sobre cómo son supervisados y evaluados.
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