Tal análisis busca una colaboración de esas entidades financieras y unir fuerzas en esos sentidos.
En un debate virtual, el director general del BPI, el mexicano Agustín Carstens, explicó que la tecnología se mueve cada vez más deprisa y por eso es necesario que los bancos centrales colaboren entre ellos.
El BPI tiene sede en la ciudad suiza de Basilea y ofrece servicios financieros a 140 bancos y autoridades monetarias de todo el mundo.
En estos momentos se encuentra enfrascado en abrir centros de innovación con el BCE en Fráncfort y París.
Carstens mencionó la importancia de encontrar soluciones comunes en los pagos y el intercambio de divisas.
Por su parte, la presidenta del BCE, Christine Lagarde, dijo que es necesaria la colaboración en las finanzas ecológicas, la seguridad cibernética y la divisas digitales de los bancos.
El presidente del Bundesbank, Jens Weidmann, también consideró imprescindible impulsar la cooperación en la seguridad cibernética para mantener la estabilidad financiera.
El BPI quiere abrir también centros de innovación con el Banco de Canadá en Toronto y con los de Dinamarca, Islandia, Noruega y Suecia.
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