Asistentes “virtuales” de cerca de 100 países no aprobaron documento alguno para reforzar los valores democráticos que presuntamente trató de impulsar Biden, quien convocó a otro evento dentro de un año.
Desde de sus inicios el encuentro fue considerado como una apuesta arriesgada y diversos analistas apreciaron que fue un intento de pulsar el enfrentamiento con China y con Rusia, naciones con gobiernos elegidos legítimamente, pero que Washington acusa de violadores de los derechos humanos.
Según el diario The Hill, el esfuerzo de la Casa Blanca también pretendía revitalizar la imagen estadounidense como una “democracia saludable”, algo empañado por el ataque de una multitud al Capitolio el 6 de enero pasado.
En las últimas semanas, llovieron las críticas contra Biden por la convocatoria e incluso políticos locales dijeron que el mandatario socava lo que quiere promocionar.
Biden, quien prometió durante su campaña que organizaría el evento en su primer año, “olvido” invitar a Rusia, China e Irán, entre otras naciones, incluso aliadas, lo que le deparó críticas.
Llama la atención que los medios estadounidenses desconocieron este viernes el cierre del conclave virtual, mientras centraban sus espacios en la crisis inflacionaria que enfrenta Estados Unidos, la mayor en los últimos 40 años y que preocupa sobremanera a los norteamericanos.
Para tener una idea aproximada de cómo caló el evento en los ciudadanos, esta semana el exlegislador republicano por Texas Ron Paul lo criticó y dijo que «tratando de maquillar nuestra propia actuación e incitar a otros países a mejorar la suya, creo que nuestros esfuerzos serían bastante vacíos».
Apuntó que “ninguno de los líderes extranjeros aduladores agraciados con una invitación al banquete se atreve a señalar que Washington se dedica a socavar la democracia en el extranjero, no a promoverla”.
El excandidato presidencial por el Partido Libertario estadounidense preguntó: ¿Cumbre de la democracia?, y respondió, “Más bien una cumbre de propaganda. ¡Que chiste!
Sin embargo, en su discurso de clausura Biden dijo que estaba entusiasmado y motivado por lo que encontró en la cumbre, pese a que la cita terminó sin ruidos ni acuerdos, mientras que algunos críticos señalan que Washington primero debería reparar su propia democracia, antes de ofrecerse como árbitro mundial.
Es llamativo que en la cita el presidente anunció un nuevo fondo de 424 millones de dólares para lo que bautizó como la Iniciativa Presidencial para la Renovación Democrática que presuntamente impulsará el trabajo internacional para apoyar la libertad de medios, reformistas democráticos y la lucha contra la corrupción.
Una parte de estos fondos serán canalizados por la agencia oficial de asistencia exterior USAID para apoyar y defender a medios y periodistas independientes en otros países, algo que expertos perciben como parte de los planes contra los sistemas opuestos a los intereses estadounidenses.
Según la Casa Blanca, Biden repitió su consigna favorita: «Estados Unidos va a liderar con el ejemplo», lo que hace recordar el pronunciamiento de Ron Paul ¿Cumbre de la democracia?. “Más bien una cumbre de propaganda. ¡Que chiste!
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