Para Wang Wenbin, vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores, Washington se contradice cuando indica que no quiere una nueva Guerra Fría y al mismo tiempo persuade a otras naciones de tomar partido entre su Gobierno o el de Beijing.
Denunció el afán de la Casa Blanca por incitar a la confrontación en Asia-Pacífico con declaraciones como las del secretario de Estado, Antony Blinken, quien desde Indonesia expresó preocupaciones por las “acciones agresivas de China” en la región.
Wang enfatizó en que la actitud del diplomático norteamericano discuerda con el espíritu de la reciente reunión entre los presidentes de ambos países y el consenso de buscar la coexistencia pacífica y la cooperación de ganancia compartida.
Lo instó a promover el diálogo y la colaboración en la zona, en vez de causar problemas, sembrar discordias e incitar las divisiones.
Por otro lado, el portavoz de la Cancillería consideró que todas las naciones del mundo deben desarrollar, pero usar de manera responsable la inteligencia artificial en el campo militar.
A su juicio, es necesario dar seguimiento a los posibles riesgos de seguridad y los retos pendientes mientras esa tecnología avanza hacia más terrenos de la sociedad para así garantizar el debido control.
China –añadió- atribuye gran importancia a esos aspectos, especialmente en el sector militar, y aboga por el diseño de normas internacionales que promuevan un mecanismo sobre el tema donde primen las consultas y la cooperación.
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