Según anunciaron los presidentes Iván Duque, de Colombia, y Guillermo Lasso, de Ecuador, la zona limítrofe se abriría el 1 de diciembre, pero se aplazó a causa de la variante Ómicron del coronavirus SARS-CoV-2.
En esta primera fase, la apertura del puente Rumichaca se hará entre las 08:00 y 17:00, hora local, para el comercio y el transporte de mercadería internacional.
Esta etapa tendrá una duración de 30 días con el objetivo de cumplir y tener todas las garantías sanitarias entre ambas naciones, sin afectar el comercio y el transporte.
En tanto la segunda fase sería para el flujo peatonal y, por último, en la tercera entraría el transporte particular.
No obstante, según las autoridades, todo dependerá de la variante del SARS-CoV-2 y de cambios estipulados por el Ministerio de Salud de cada país.
Migración Colombia dispuso de varios dispositivos y herramientas electrónicas para evitar congestiones en los puestos de control.
La entidad dispuso al interior del Puesto de Control Migratorio de Rumichaca un sistema de torniquetes, el cual le permitirá a viajeros colombianos y ecuatorianos realizar su proceso de control en menos de 30 segundos.
De igual modo, dispuso un esquema de atención especial para vehículos de carga, el cual contará con el apoyo de las secretarías de Salud departamental y local, que contempla la exigencia del carné de vacunación para conductores y tripulantes, con al menos 15 días desde la última dosis.
Además, será obligatorio el uso permanente de mascarillas para todos los viajeros y el distanciamiento de, al menos, un metro entre cada uno de ellos.
La frontera colombo-ecuatoriana se extiende a lo largo de 586 kilómetros y fue demarcada mediante el Tratado Suárez-Muñoz Vernaza del 15 de julio de 1916 y el Convenio Liévano-Lucio del 23 de agosto de 1975.
Desde finales de la década de 1990, las relaciones diplomáticas entre los dos países empezaron a sufrir importantes tensiones asociadas con la agudización del conflicto armado colombiano y sus conexiones internacionales.
También influyeron los flujos ilegales transfronterizos y las operaciones militares y políticas antidrogas más agresivas por parte de Colombia con ayuda de Estados Unidos, entre otros factores.
No obstante, los pueblos a ambos lados de la línea fronteriza comparten muchos intereses desde el punto de vista histórico y cultural, así como económico.
Duque y Lasso manifestaron su interés por afianzar los vínculos entre ambas naciones en diversas áreas como la economía y la seguridad.
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