Estos países hostiles a Damasco -Estados Unidos, naciones europeas y de esta región del Levante- aún persisten en esos propósitos trazados en años anteriores y durante la guerra, mediante acciones que violan las normas del derecho internacional.
La firmeza y resistencia mostrada por el pueblo y ejército de esta nación conllevaron al inicio de la apertura de países árabes hacia Damasco en este año y un reconocimiento de que su rol es imprescindible, el retorno a la Liga Árabe constituye una necesidad y que la congelación de su membresía fue un error.
Diplomáticos y altos funcionarios sirios afirman que Damasco no cometió errores en su política exterior desde el punto de vista estratégico y el tiempo demostró la veracidad de la postura siria contra muchos proyectos y acuerdos destinados a fragmentar y ocupar al país y otras naciones de la región.
Tal cambio de postura hacia Damasco se reflejó en septiembre durante el 76 periodo de la Asamblea General de Naciones Unidas, cuando el canciller sirio, Faisal al-Mekdad, sostuvo encuentros con 25 de sus homólogos, con el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, y cinco altos funcionarios de diferentes organismos internacionales.
Ese ambiente positivo, que se desarrolla para alcanzar una solución a la crisis enfrentada por el país desde marzo de 2011, fue confirmado por el jefe de la diplomacia siria, quien aseguró que existe una creciente convicción para la mayoría de las naciones árabes de que Damasco es una pieza imprescindible política, social y geográficamente.
Según al-Mekdad, el cambio hacia Siria se debe al fracaso del proyecto estadounidense y occidental, gracias a la firmeza y los sacrificios del pueblo y el apoyo de los aliados.
Abogó por buenas relaciones entre las naciones árabes basadas en la solidaridad y fraternidad y no en los conflictos, y aseguró que las disputas deben ser con aquellos que intentan dañar los intereses de la región del Levante, en particular Israel.
De su lado, el vicecanciller Ayman Sousan aseguró que la actual situación en Siria no es la misma que durante los años anteriores de guerra, y que muchos países retomaron su comunicación con Damasco.
Hay Estados que tienen el deseo y la voluntad de acercamiento aunque no lo declaran públicamente hasta ahora, y si esto ocurriera, repercutiría positivamente en la estabilidad, paz y seguridad internacionales, apostilló.
En cuanto a la posibilidad del regreso de Siria a la Liga Árabe, Sousan comentó que Damasco mira hacia el futuro y no al pasado, las cosas volverán a la normalidad y las disputas deben ser con Israel, que es el principal enemigo de los árabes.
RECUPERACIÓN DE LAS RELACIONES ÁRABES
Durante el año en curso, sobresalió la visita a Damasco del ministro de Exteriores y Cooperación Internacional de los Emiratos Árabes Unidos (EAU), Abdullah bin Zayed al-Nahayan, en la que constituyó la primera visita de un funcionario emiratí de este nivel a Siria desde el estallido de la guerra.
Resaltó este año también la normalización completa de las relaciones con Jordania y el intercambio de visitas de ministros y altos funcionarios, así como la comunicación telefónica entre los líderes de las dos naciones, en un paso considerado el primero de su tipo desde 2011.
Asimismo, el canciller al-Mekdad realizó una exitosa visita al Sultanato de Omán, la primera de ese tipo a un estado árabe.
CON FIRMEZA Y NAVEGACIÓN SABIA
El presidente Bashar al-Assad asevera que la perseverancia es la única alternativa en el mundo de hoy, al que describió de agitado e inestable. “Estamos en un océano turbulento y es inevitable enfrentar las tormentas y fuertes marejadas, y esto se logra con la firmeza y con la navegación sabia”, destacó.
De acuerdo con el vicecanciller sirio Bashar al-Jaafari, ningún país pagó tan alto precio por defender su dignidad como Siria, que logró vencer a sus enemigos pese a lo numerosos y poderosos que son, contribuyó a cambiar el orden mundial unipolar y para que otras naciones tengan fuerte presencia en la escena internacional.
Siria, como afirman sus funcionarios, tiene buenos aliados y amigos que respetan su soberanía y la apoyan en los foros internacionales y en la lucha contra el terrorismo. Sólo Rusia, Irán y China representan un tercio de la población del globo.
En 2021 el ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, visitó a Siria y confirmó el continuo apoyo de su país a la lucha de esta nación contra el terrorismo y en su enfrentamiento al bloqueo y las sanciones inhumanas, y su rechazo a la injerencia en los asuntos internos.
Igualmente los presidentes de Rusia, Vladimir Putin, y de Siria, Bashar al-Assad, sostuvieron un encuentro en que el confirmaron su alianza ante los diferentes desafíos. Ese vínculo, según afirmaron los mandatarios, logró también proteger a muchos ciudadanos inocentes en el mundo pues el terrorismo contra el cual luchan, no conoce ni se detiene en las fronteras políticas.
Putin reiteró que el problema principal de Siria actualmente es la presencia de fuerzas extranjeras, de Estados Unidos y Turquía, sin la aprobación de las Naciones Unidas y sin contar con el permiso del gobierno sirio.
El actual canciller iraní, Hussein Amir Abdullahian, y el anterior Javad Zarif, también visitaron durante este año a Damasco, donde se enfatizó la consolidación de la cooperación estratégica bilateral para enfrentar el bloqueo y las sanciones económicas.
Además, el éxito de las elecciones presidenciales y la gran victoria popular lograda por el presidente Bashar al-Assad marcó también un importante hecho en 2021.
Estos comicios se celebraron en medio de difíciles circunstancias que atraviesa la nación debido a la escalada de guerra mediática y política, y el recrudecimiento del bloqueo y las sanciones. Sin embargo, la gran afluencia a las urnas demostró, según analistas, el respeto de los sirios a su Constitución e instituciones.
El actual mandatario ganó las elecciones presidenciales del 26 de mayo con el 95.1 por ciento de los votos de 13 millones 540 mil 860 sirios. Cientos de miles de ciudadanos y partidarios del presidente llenaron las calles y plazas de las principales ciudades y localidades para festejar ese triunfo.
Los desafíos son muchos para la recuperaron de Siria, que enfrentó y sigue haciéndolo, una guerra sin precedentes en la que se emplean cientos de miles de millones de dólares a fin de tratar de derrocar al gobierno de Damasco, pero la tímida apertura árabe e internacional confirma los indicios de optimismo.
arb/to/fm
(*) Corresponsal de Prensa Latina en Siria