La diplomática destacó la trayectoria del galardonado, quien comenzó en 1978 la labor de apoyo a la Revolución de la isla y su pueblo en suelo belga, al ingresar a la asociación Los Amigos de Cuba, solidaridad que continuó entre 1991 y 1999 en Italia y en el presente siglo en Luxemburgo.
El presidente del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP), Fernando González, envió un mensaje a propósito de la condecoración, que otorga el Consejo de Estado del país caribeño a partir de la propuesta de esa institución.
Siento mucho orgullo en este momento, la noticia de la medalla me sorprendió y yo en realidad siento una enorme deuda con Cuba, por las enseñanzas de Fidel Castro y de Ernesto Che Guevara, y por el ejemplo de resistencia y dignidad de la isla, comentó Prat a Prensa Latina.
En ese sentido, consideró que su vida cambió cuando se acercó a la mayor de las Antillas, donde estuvo varias veces, incluyendo su participación en brigadas de solidaridad y trabajo, entre las que recordó con particular cariño las integradas en los años duros del llamado Período Especial, en la década de los 90 del pasado siglo.
Cuba me educó, me abrió los ojos y por eso digo que soy un ciudadano del mundo que se considera cubano, subrayó con emoción.
La divulgación de la realidad de la nación antillana, la condena al bloqueo que le impone Washington y la lucha por la liberación de los cinco antiterroristas cubanos que cumplieron prisión en Estados Unidos, sobresalen entre las batallas libradas por Prat.
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