El Ministerio de Salud informó en un comunicado que otras 380 personas están aisladas a la espera de los resultados.
Según el texto, 113 de los casos son viajeros que regresaron del exterior, 31 adquirieron el virus por contacto con alguno de las personas que ingresaron al país y el resto debido a la propagación comunitaria.
Este fin de semana el primer ministro Naftali Bennett alertó sobre una quinta ola de contagio en tres semanas, que sería más grave que el pico alcanzado durante la propagación de la variante Delta, en junio.
Ante este panorama, las autoridades prorrogaron el jueves último varias medidas para enfrentar el problema, entre ellas, la prohibición de entrada de extranjeros.
Según las normas, los israelíes vacunados al llegar del exterior serán aislados por 72 horas y luego sometidos a una prueba de PCR y quienes no se inyectaron contra la enfermedad tendrán que estar confinados una semana.
Las autoridades además, etiquetaron en rojo a medio centenar de países, todos de África, a los cuales los nacionales no podrán viajar a menos que reciban un permiso, aunque en las próximas horas se espera la ampliación de la lista.
Sin embargo, ayer el Ministerio de Salud recomendó sumar otras 10 naciones: Estados Unidos, Italia, Alemania, Bélgica, Hungría, Canadá, Marruecos, Portugal, Suiza y Turquía.
Estamos limitando la tasa de entrada del virus en Israel para ganar tiempo y vacunar tantas personas como nos sea posible, afirmó el titular de esa cartera, Nitzan Horowitz, quien dejó entrever la posibilidad de una cuarta dosis de la vacuna antiCovid-19.
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