Según la Cancillería local, el embajador de Alemania en Moscú, Geza Andreas von Geyr, fue citado este lunes a la sede del Ministerio de Asuntos Exteriores, donde se le informó de esta decisión, que el gobierno ruso consideró simétrica a la medida “inamistosa” de las autoridades germanas.
El comunicado señaló que el país «siempre responderá de manera adecuada y proporcional a cualquier posible acto de confrontación de Berlín contra nosotros en el futuro”.
Indicó que al jefe de la misión diplomática alemana en esta nación se le expresó una “fuerte protesta” en relación con estas acciones.
La parte rusa rechazó de forma categórica las acusaciones infundadas y alejadas de la realidad de la implicación de las estructuras estatales nacionales en este crimen, presentadas en dicho veredicto, «que tiene el carácter de una orden política explícita”.
La expulsión de los diplomáticos rusos de Alemania tuvo lugar después del veredicto dado a conocer por el Tribunal Supremo de Justicia de Berlín sobre el caso del asesinato del ciudadano georgiano Zelimján Jangoshvili.
El pasado 15 de diciembre, esa instancia judicial condenó al ruso Vadim Sokolov, acusado de ser culpable del crimen y coincidió con argumentos planteados por la Fiscalía germana de que el homicidio fue cometido por instrucciones de las estructuras estatales rusas.
Poco después, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Alemania declaró personas non grata a dos empleados de la embajada rusa en la capital alemana.
Al respecto, las autoridades diplomáticas de Moscú declararon que tales denuncias “fueron fabricadas con la asistencia de los servicios secretos extranjeros y entidades aliadas”.
Además, subrayó la inocencia del ciudadano ruso acusado del crimen y exigió que se respete su derecho de apelar la “injusta sentencia” ante el Tribunal Supremo de Alemania.
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