En declaraciones al canal de televisión RT, precisó que desde 2013 el Gobierno alemán implementa su programa nacional de bioseguridad, que incluye “la asociación con agencias gubernamentales y organizaciones de investigación en los países objetivo”. Ucrania fue incluida en la lista de esos países en 2014, advirtió Zajárova.
Indicó que, según información pública de la Cancillería alemana, entre 2020 y 2022 se ha estado realizando la tercera fase del programa, que establece la “recopilación de información epidémica sensible en terceros países, incluso mediante el uso de tecnologías de datos masivos”.
También incluye el “desarrollo de la infraestructura de los países asociados para trabajar con los agentes biológicos peligrosos”, explicó.
La representante de la Cancillería local advirtió que la Casa Blanca lanzó otra campaña de propaganda para intentar desarticular las pruebas presentadas por Moscú sobre su vinculación con las investigaciones de biolaboratorios militares en Ucrania.
Según Washington, los intentos de Rusia de llamar la atención de la comunidad internacional a las actividades de los biólogos militares estadounidenses en territorio ucraniano no son más que una cortina de humo informativa, con la que Moscú intentará encubrir el uso de armas biológicas y químicas.
Para la portavoz rusa, tales señalamientos son un burdo intento de las autoridades estadounidenses de desviar la atención del público del explosivo tema de los laboratorios biológicos bajo su control.
Subrayó que su país continúa investigando los documentos sobre el tema porque la escala del trabajo realizado por Washington sugiere que una parte importante de la información sobre ese programa militar estadounidense permanece oculta a la opinión pública internacional.
Recordó que la tentativa de Washington de desviar la atención de sus laboratorios fue apoyada de forma activa por los dirigentes políticos alemanes, lo cual “destaca por su particular cinismo”, teniendo en cuenta los vínculos de Berlín con el programa biomilitar.
Zajárova instó a las autoridades alemanas a dejar de difundir de manera inmediata falsedades sobre la supuesta intención de Moscú de utilizar armas prohibidas por el derecho internacional en el marco de la operación militar rusa en Ucrania.
“Tales declaraciones solo pueden animar a los batallones neonazis ucranianos a llevar a cabo terribles provocaciones, cuya responsabilidad moral por las trágicas consecuencias recaerá, entre otros, en Berlín”, apuntó.
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