“Renovamos nuestros llamamientos a la comunidad internacional para que asuma responsabilidad sobre el retorno a Siria de los desplazados y asentados en este país”, dijo Miqati, tras un encuentro con Guterres.
Líbano enfrenta la peor crisis económica, financiera y social en décadas y se resiente con el peso de casi millón y medio de refugiados sirios.
El jefe del Gobierno libanés reiteró el compromiso de Beirut con la política de neutralidad en las disputas entre países árabes.
De igual manera solicitó la mediación internacional y en especial la de Estados Unidos, a fin de demarcar las fronteras marítimas de Líbano e Israel.
“Renovamos la adhesión al papel de las Fuerzas de Paz de la ONU en cumplimiento de la Resolución 1701 que estableció un cese del fuego entre Beirut y Tel Aviv”, subrayó.
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