Esta nación implemantó las actuales normativas a fines de noviembre, cuando se prohibieron nuevas entradas desde exterior y los ciudadanos japoneses y residentes extranjeros arribantes fueron puestos en cuarentena en instalaciones designadas por el Gobierno.
A pesar de las bajas cifras de casos confirmados con el coronavirus y la poca presencia de la nueva variante, Kishida considera que Japón debe fortalecer su preparación mediante la implementación de dosis de refuerzo y la intensificación del control fronterizo.
Como parte de las disposiciones, todos los infectados se someterán a estudios de secuenciación para determinar o descartar la presencia de Ómicron.
A quienes tuvieron contacto cercano con personas con esa variante se les pedirá permanecer en instalaciones sanitarias durante dos semanas.
Este país asiático busca acelerar la aplicación de terceras dosis de vacunas antiCovid-19 y los trabajadores de la salud y las personas mayores serán prioridad.
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