Esta situación ha desembocado en la convocatoria de La Moncloa a una Conferencia de Presidentes de los Gobiernos autonómicos con el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, aunque de momento no parece haber consenso para adoptar nuevas medidas restrictivas en la nación ibérica.
La resistencia a no aplicar iniciativas severas se debe, especialmente, a la llegada de la Navidad y las fiestas de Fin de Año, después de un despliegue económico en todo el territorio español en lo que se concebía como una forma de pasar la página de la pandemia.
Sin embargo, la expansión de los contagios aumentó hace una semana y no parece estar controlada, pese a los altos índices de vacunación en España, en el orden del 90 por ciento de la ciudadanía. Lo peor y más temido, la propagación de la variante ómicron del coronavirus SARS-CoV-2, ya está sucediendo, según el Ministerio de Sanidad con datos de viernes a domingo pasados.
También se informó que la presión hospitalaria se incrementó en las Unidades de Cuidados Intensivos (Ucis) en comunidades como Cataluña (29,9 por ciento), País Vasco (24,6), Aragón (20), Comunidad Valenciana (20,4), Navarra (19,4), Castilla y León (19,8) y La Rioja (18,8).
Además, se registraron el fin de semana 85 decesos, para elevar a 88.793 las muertes en España desde que comenzó la pandemia.
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