La víspera, al concluir su visita oficial de tres días a ese Estado, el máximo representante de Naciones Unidas recalcó que se necesitan con urgencia soluciones y acciones concretas para impulsar la recuperación.
Según informa el sitio oficial de noticias de la ONU, Guterres pidió atender las demandas populares de mayor bienestar, responsabilidad, protección y transparencia, a fin de restaurar la esperanza de un futuro mejor.
Los líderes políticos libaneses deben cumplir con la responsabilidad que tienen frente a su pueblo, la gente espera que escuchen sus necesidades y restauren la economía, recalcó.
Además, urge un Gobierno funcional, que cuente con instituciones estatales sólidas y luche eficazmente contra la corrupción, indicó el titular en una conferencia de prensa en Beirut antes de su partida.
“Los líderes libaneses no tienen derecho a dividirse y paralizar el país”, insistió el secretario general de la ONU y enfatizó en el sufrimiento de esa población.
También apostó por una mayor inclusión de la sociedad civil, las mujeres y los jóvenes en la toma de decisiones y elaboración de políticas.
A juicio del titular, las elecciones parlamentarias que se celebrarán en mayo de 2022 pueden ser una gran oportunidad para que el pueblo libanés haga haga oír su voz y el Gobierno respete ese clamor.
Con respecto a las violaciones de territorio, aguas y espacio aéreo cometidas por Israel en la Línea Azul, que transgreden la resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU, Guterres aseveró que son “inaceptables”.
En ese sentido, aludió al origen del problema y expresó una vez más el compromiso de Naciones Unidas con la solución de dos Estados, Palestina e Israel y, desde luego, con la garantía de que la integridad de Líbano será respetada.
Al referirse a su visita al puerto de Beirut, el diplomático portugués expresó su solidaridad con el pueblo libanés y recalcó la necesidad de una investigación imparcial, exhaustiva y transparente sobre las explosiones ocurridas allí en agosto de 2020.
De acuerdo con datos de la ONU, los efectos de esa catástrofe en la economía han causado grandes estragos y Líbano sigue atravesando una crisis económica y financiera, lo cual provoca que cada vez más personas necesiten asistencia humanitaria.
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