En una carta divulgada este viernes en la prensa nacional los religiosos señalan que el tema debe ser “prioridad número uno” para la administración y los senadores de la bancada azul cuando para frenar una ola conservadora que dificulta el acceso a las urnas a las minorías previo a los venideros comicios legislativos.
Deben actuar ahora para proteger la libertad de voto de todos los estadounidenses sin interferencias y con la confianza de que su voto será contado y respetado, expresaron los líderes en la misiva firmada por religiosos cristianos, musulmanes y judíos.
Este pedido se produce una semana después de que la familia de Martin Luther King Jr. pidiera no celebrar el día festivo que se conmemora el tercer lunes de enero en homenaje al ícono de los derechos civiles en Estados Unidos sin una normativa que asegure el voto de todos los ciudadanos, indicó la cadena CNN.
La Cámara de Representantes adoptó dos proyectos de reforma electoral este año para poner freno a las restricciones: la llamada Ley Para el Pueblo y la Ley de Promoción de los Derechos Electorales John Lewis, pero esos textos no tienen de momento oportunidad de superar el obstruccionismo republicano en el Senado.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se pronunció hace unos días a favor de un cambio en las reglas de la Cámara Alta para conseguir al menos de forma excepcional la aprobación de una normativa federal sobre el voto.
Una ofensiva conservadora busca dificultar el acceso a las urnas a minorías en Estados Unidos, donde gana terreno el “frenetismo” de republicanos bajo la teoría del expresidente Donald Trump de supuesto fraude en las elecciones de 2020.
Aunque desde 1965 está en vigor la Ley de Derechos Electorales que prohíbe la discriminación en ese plano, una veintena de estados controlados por el partido rojo abogan por medidas muy técnicas para limitar los derechos políticos a grupos minoritarios, especialmente a los afroestadounidenses, que votan principalmente por los demócratas.
Los límites al voto en varios estados sumados a la caída de la aprobación de Biden reflejada en las encuestas, son un mal presagio para el partido gobernante con vistas a las elecciones intermedias del próximo año, estiman analistas.
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