A juicio del presidente ejecutivo de la Empresa Nicaragüense de Acueductos y Alcantarillados (Enacal), Ervin Barreda, la voluntad política de la administración encabezada por Daniel Ortega terminó con los intentos de los mandatos neoliberales de privatizar ese servicio.
El funcionario mencionó la reciente inauguración en la ciudad de Bluefields, en el Caribe Sur, de un mega proyecto de agua potable, valorado en 33 millones de dólares, con cierta complejidad técnica en su ejecución y conformado por 130 kilómetros de tubería.
Según el directivo la obra, destinada al bienestar de la familia nicaragüense, reúne además cuatro tanques para almacenamiento, una planta de tratamiento con tecnología de punta y un sistema de control automatizado de la calidad de ese recurso natural.
Durante su puesta en marcha, de acuerdo con Barreda, generó más de dos mil 500 empleos y estableció las conexiones para 110 mil viviendas y, en paralelo, ese municipio del país centroamericano impulsa un plan de alcantarillado sanitario, el primero en su historia.
Igualmente, el presidente de Enacal informó sobre el avance en otras iniciativas similares en la ciudad de Rivas, con beneficio para 11 mil familias, una conexión de 50 kilómetros de tuberías, la instalación de una planta potabilizadora y el estímulo al saneamiento de esa urbe.
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