En estos momentos ir a los supermercados y no asombrarse por los incrementos de precios resulta extraño, expresó a Prensa Latina una colega intercambiando sobre el tema, por solo hablar de los productos que en ellos se venden, pero eso es así en toda la cadena comercial de la nación.
Según el semanario El Dinero, la inflación acumulada de enero a noviembre de este año en el país se ubicó en 7,71 por ciento, cifra afectada por la situación de los mercados internacionales, las cadenas de suministro, el alza del precio de los hidrocarburos y el incremento en las tarifas del transporte marítimo, entre otros factores.
Economistas dominicanos prevén que esta cierre 2021 con un índice de 8,1 por ciento, es decir, 4,1 puntos porcentuales por encima del rango meta de 4,0 +/- 1,0.
Auguran que de mantenerse afectado el mercado internacional con el alza en el valor de los fletes y el índice de precios al productor, la inflación continuará elevada a pesar del pronóstico hecho por los bancos centrales de la región acerca de su temporalidad.
Dominicana tuvo una incidencia adicional a este proceso, fue la presencia en este territorio de la fiebre porcina, enfermedad que generó un efecto sustitución incrementando aún más los precios del pollo y otros productos cárnicos cuyos costos ya reflejaban el aumento de las materias primas importadas.
Así las cosas, y a pesar de los pesares, el Banco Central de esta nación considera que la inflación convergerá gradualmente al rango meta durante el segundo semestre de 2022, aunque lo hará a un ritmo más gradual de lo pensado pues las perspectivas apuntan a un choque de ofertas más persistente.
De todas formas, resulta halagador para los de la mitad de la isla conocer que este país espera un crecimiento del Producto Interno Bruto cercano al 10,7 por ciento, el Indicador Mensual de Actividad Económica hasta octubre andaba 12,4 y el mercado laboral continúa normalizándose.
Pero en todo lo anterior tuvo un peso importante el adecuado tratamiento dado a la pandemia, lo cual permitió abrir la economía y recuperarse de la mano del turismo, las zonas francas y las remesas, entre otros; inocular a cerca del 65 por ciento de la población con dos dosis de vacunas y caminar en función del control de la Covid-19.
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