Se trata de Stephen Curry, quien revolucionó el basket volviendo a su esencia: encestar un balón en una canasta, en su caso, desde bien lejos.
El “Jefecito” Curry ya garantizó que la temporada 75 de la NBA sea histórica, al superar los dos mil 973 triples de Ray Allen, para convertirse en el máximo anotador de canastas de tres puntos en la historia de la liga.
Y lo consiguió en ese gran templo del deporte que es el Madison Square Garden, en New York.
Se sabía que lo lograría, más temprano que tarde: Curry acierta el 43 por ciento de sus intentos, y aunque es un mago en el manejo del balón, su fuerte es un tiro exterior que toma con pasmosa fluidez, y que encesta de manera rutinaria desde casi cualquier rincón de la cancha. Incluso desde fuera…
Sus rutinas de calentamiento son célebres, con encestes desde las gradas, prueba de su prodigiosa memoria muscular.
También su capacidad para calcular distancias con la mirada y darle al tiro la fuerza y el arco que precisa para embocar parece algo robótico, y no fruto de la feliz combinación de un talento forjado casi desde la cuna.
Muchos recordamos a su padre, Dell Curry, el especialista en lanzar desde el perímetro en aquellos Charlotte Hornets comandados por Alonzo Mourning, Larry Johnson y el diminuto Mugsy Bogues.
Entre esas leyendas creció el pequeño “Steph”, con un balón en las manos, una pasión por el basket y un ídolo, el gran Reggie Miller.
De hecho, el propio Miller estuvo en el Garden junto a Allen y el viejo Dell, la noche de la hazaña. Curry necesitó 511 partidos menos que Ray para alcanzar el récord, y a sus 32 años de edad, y con sus estadísticas, se proyecta que al terminar su carrera haya superado los cinco mil triples.
«No quería llamarme el mejor tirador hasta tener este récord. Ahora me siento cómodo diciéndolo. Estoy orgulloso de tirar con un alto porcentaje de acierto, de que eso nos permita ganar partidos y de haber superado la marca que estableció Ray», declaró el recordista.
«Espero aumentar esta marca a un número que nadie pueda alcanzar”, añadió el carismático jugador.
Nacido en Akron -cuna de un tal LeBron James-, Curry llegó a la NBA en 2009 y ostenta ya tres títulos y dos premios MVP (Jugador Más Valioso), siempre con los Golden State Warriors.
Además, se ha convertido en un héroe más terrenal para muchos niños que no podrán colgarse de un aro, pero sí vivir la alegría de driblar un balón y lanzarlo desde bien lejos, con el sueño de parecerse al virtuoso “Jefecito”.
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(Tomado de Orbe)