En su actualización diaria, la entidad Salud Pública Francia reportó 16 mil 291 personas ingresadas, con mil 634 admisiones de domingo para lunes, mientras tres mil 333 pacientes reciben atención en cuidados intensivos, 34 más que los informados ayer.
La fuente oficial señaló 256 decesos, una de las cifras de víctimas fatales a lamentar más elevada en los últimos meses, con la cual suman 122 mil 898 los fallecidos en suelo galo desde el comienzo de la pandemia, en marzo del año pasado.
Otros indicadores clave reflejan el desafiante panorama, con una tasa de reproducción del patógeno de 1,09 (por encima de uno muestra el avance del brote), una incidencia de casi 760 infectados por cada 100 mil personas y una tasa de positividad de las pruebas de diagnóstico del 7,1 por ciento.
Respecto a los contagios, Salud Pública Francia registró 30 mil 383, una cantidad baja por el cierre de laboratorios los fines de semana, si se tiene en cuenta que el país reportó el sábado más de 100 mil, después de dos jornadas superando los 90 mil, datos sin precedentes desde el inicio de la Covid-19.
Más temprano, el primer ministro, Jean Castex, y el titular de Salud, Olivier Véran, reconocieron el complejo escenario y anunciaron restricciones como la limitación de público en eventos, a dos mil participantes en espacios cerrados y a cinco mil al aire libre.
También demandaron acudir al teletrabajo y prohibieron el consumo de alimentos y bebidas en cines, salas de espectáculo, teatros y el transporte público.
El gobierno descartó decretar un toque de queda la víspera del 31 de diciembre y retrasar el regreso a clases de los niños, señalado para el lunes próximo.
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