Entre las víctimas fatales hay dos mujeres, cuyas identidades no fueron reveladas hasta el momento; además, un policía resultó herido, señalaron las autoridades.
Según los reportes, un hombre armado en solitario ejecutó la acción, que se desarrolló en varios lugares y terminó con la muerte del sospechoso por parte de la policía.
Los investigadores aún no han determinado el motivo de la matanza, que comenzó en torno a las 17:00 hora local (ayer), cuando “el autor de los disparos mató a dos mujeres e hirió a un hombre cerca del centro de la ciudad”, dijo el jefe de policía de Denver, Paul Pazen, en una rueda de prensa anoche.
Luego, “el sospechoso huyó en un auto y disparó mortalmente a un hombre en el barrio de Cheesman Park, en el este de Denver, antes de abrir fuego de nuevo en una comunidad del oeste de la ciudad, donde nadie resultó herido”, explicó Pazen.
Durante la persecución, el agresor “intercambió dos veces disparos desde su vehículo con los agentes de Denver que le perseguían, inutilizando a un patrullero”.
Desde allí el tirador siguió hacia la vecina urbe de Lakewood, donde disparó y mató a otra persona dentro de un establecimiento comercial no especificado, de acuerdo con la policía local.
Estados Unidos registró en 2021 un alza de los hechos de violencia armada en comparación con el año pasado, indicó en un reciente informe la organización Gun Violence Archive, que rastrea este tipo de casos.
Aún sin terminar diciembre, en los últimos 11 meses hubo mil 516 fallecidos más que en 2020 por armas de fuego y mil 39 personas más que en el periodo anterior resultaron heridas por esos artefactos, señaló el grupo en su cuenta de Twitter. Más de 43 mil muertes relacionadas con armas de fuego ocurrieron aquí entre enero y noviembre, lo que convierte al año que casi concluye en el más mortífero por incidentes relacionados con disparos en la última década.
El 42 por ciento de los hogares estadounidenses posee un arma de fuego, de acuerdo con estadísticas de la plataforma digital Statista.
Mientras, se estima que hay más de 390 millones de armas de fuego en poder de civiles en territorio estadounidense, lo que equivale a cerca de 102 de esos artefactos por cada 100 habitantes.
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