La colocación de adornos alusivos a la fecha y la incorporación de costumbres autóctonas a esa liturgia importada, indican el advenimiento de las fiestas, a juicio de Mario Miguel Cienfuegos, director del Departamento de Antropología de la Universidad Nacional Autónoma de Managua (UNAN-Managua).
El doctor en Historia mencionó a Prensa Latina que el 24 y el 31 de diciembre comprenden una reunión familiar en torno a la elaboración de platos típicos seleccionados para la fecha, entre ellos, la gallina rellena cuya receta contiene pollo, cerdo, zanahorias, papas, pasas, vinagre, chayote y salsa de tomate.
«Ese día generalmente no almorzamos, pues dedicamos la jornada a su preparación que implica primero matar al animal, desplumarlo, destazarlo y luego cocer los vegetales. Entonces, alrededor de las siete de la noche nos sentamos todos juntos a la mesa», explicó el académico.
El experto aludió a las alternativas empleadas por los ciudadanos frente a la carencia de recursos, como consecuencia del bloqueo impuesto por Estados Unidos, tras el triunfo de la Revolución el 19 de julio de 1979 y la llegada al poder del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN).
«Nosotros innovamos, no teníamos el típico árbol de plástico que comercializaban en las tiendas y nuestro clima tampoco nos permitía el tradicional pino. Lo que hacíamos en aquel entonces era tomar una rama seca, la cubríamos con algodón y comenzábamos a forrar con papel de regalo las cajitas de fósforos», recordó.
Tradiciones y regiones
En la región del Caribe subsiste un fenómeno social entre los misquitos, grupo étnico indígena de Centroamérica, asociado a estas fiestas de finales de año y al plato conocido como luk luk, confeccionado a base de carne de res y yuca e incorporado a la dinámica comunitaria.
«La persona que posee ganado mata una vaca y esa carne es repartida entre las familias de barrios pequeños, con lo cual se fortalecen los lazos vecinales. En el Caribe Sur, los representantes de la etnia creole celebran el Harvest Day y durante sus visitas a la Iglesia Morava, llevan productos del campo», expresó Cienfuegos.
Igualmente, acuden al espacio religioso con recetas derivadas de esos insumos como queques, bizcochos o tortas de arroz y el reconocido Rondón, nombre nacido del término inglés «Run Down», platillo tradicional de la cultura isleña y con ingredientes propios de la zona: pescado, yuca, plátano y leche de coco.
Las personas comparten también con los parroquianos sopas, dulces, alimentos fritos, piezas de artesanía e instrumentos musicales, es decir, «deviene en la colecta para una feria donde esas creaciones se comercializan a un menor costo y con el dinero recaudado reparan la iglesia o atienden a personas vulnerables», precisó.
Fin de año con los amigos
Para Cienfuegos, el 31 de diciembre en Nicaragua resulta una reunión entre amigos, donde los asistentes acuden al lugar escogido para la fiesta con bebidas, postres, comida o hielo, «conforman una especie de olla comunal, aderezada por el empleo de fuegos artificiales después de las 12 de la noche».
El experto aseguró que el uso de la pólvora se remonta a comienzos del siglo XVI, a modo de aviso de la llegada de los sacerdotes a los pueblos y la posterior realización de bautizos, comuniones y matrimonios para aprovechar la visita de esa autoridad religiosa.
Por su parte, Milton Flores, antropólogo y profesor de la UNAN-Managua aseguró Prensa Latina que, pese a las peculiaridades de estas fiestas, la fecha constituye la oportunidad de reencontrarse con la familia que vive en otros departamentos o países y la defensa de los ritos culinarios.
«Una de las más comunes está enlazada con el chompipe o el pavo. En la infancia de los nicaragüenses queda como un registro histórico, pues al animal se le tiene que embolar (emborrachar) para que no le entre miedo y, como decimos coloquialmente, no se malogre la carne», detalló.
Las tradiciones de origen católico, revelaron los antropólogos, corresponden a la usanza exportada por los colonizadores españoles, si bien la mayoría de ellas fueron enriquecidas, diversificadas y modificadas durante el proceso de mestizaje, determinante en la idiosincrasia y cultura actual del nicaragüense.
mem/dgh