La postura del ejecutivo germano sucede a la dimisión el domingo del primer ministro sudanés Abdalá Hamdok.
Un portavoz del gobierno alemán destacó que las manifestaciones en la nación africana demuestran que la población rechaza la toma de poder por parte de los militares.
Explicó que Alemania apela a la formación de un ejecutivo dirigido por civiles y al retorno al proceso de “transición democrática de los últimos años”.
La víspera Hamdok dimitió por sorpresa y alegó su incapacidad para evitar una catástrofe política.
Como telón de fondo están las manifestaciones contra la presencia militar en el gobierno de transición que azotan a Sudán desde finales de agosto.
En noviembre Hamdok fue restituido en su cargo tras numerosas presiones políticas tanto internas como internacionales.
Pero, según analistas, su dimisión priva a los generales de su fachada y muestra que el golpe de Estado no es más que una vuelta a la política militar en el país.
La crisis se remonta a abril de 2019 cuando fue apartado del poder en medio de multitudinarias movilizaciones el entonces presidente constitucional Omar Hasan Al-Bashir, quien gobernó durante tres décadas.
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