Los datos oficiales de este lunes solo incluyen la cantidad de infestados confirmada en Inglaterra y Escocia en las últimas 24 horas, y los decesos ocurridos en el territorio inglés, debido a atrasos en los conteos durante el fin de semana en Gales e Irlanda del Norte.
Horas antes de la publicación del informe, el primer ministro, Boris Johnson, admitió que la nueva ola de la pandemia ejercerá una presión considerable sobre los servicios de salud pública.
El gobernante reiteró, sin embargo, que el gobierno no tiene planes de implementar más restricciones ni medidas de distanciamiento social para contener a la variante Ómicron, que según los expertos es tres veces más contagiosa que la Delta.
Según Johnson, por el momento se seguirán las regulaciones contempladas en el llamado Plan B, que incluye el uso obligatorio de la mascarilla en el transporte público y espacios cerrados, el trabajo desde el hogar cuando sea posible y los pasaportes de vacunación para entrar a clubes nocturnos y eventos masivos.
Tenemos que seguir siendo precavidos, tenemos que seguir con el plan B, recalcó el primer ministro, quien exhortó a la población a hacerse una prueba rápida de antígeno antes de reunirse con alguien fuera de su entorno, y a vacunarse contra el virus.
Aunque los datos de este lunes sobre la vacunación tampoco incluyen a Gales, el reporte señala que en las últimas horas se administraron cerca de 16 mil segundas dosis de las vacunas antiCovid-19, para un total de 47,4 millones de personas, equivalentes al 82,5 por ciento de la población del Reino Unido, con el esquema completo de inmunización.
De esa cifra, casi el 60 por ciento tiene la tercera inyección o refuerzo como parte de la ofensiva desarrollada por el gobierno para tratar de contener la propagación de la Covid-19 y evitar que una avalancha de nuevos contagios sature la capacidad de los hospitales.
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