Lo anterior significa que la gente en la India tiene que sobrevivir con menos ingresos, divulgó el portal Peoples Dispatch.
La proporción de familias con dos miembros que trabajan disminuyó drásticamente, pasando del 37 por ciento en enero de 2016 al 24 por ciento en noviembre de 2021, según las encuestas periódicas del Centro para el Seguimiento de la Economía India (CMIE).
Junto a esto, los hogares con un solo miembro con ingresos pasó de cerca del 57 por ciento a más de 68 por ciento en el mismo periodo, agregó la fuente.
Mientras, los hogares en los cuales ningún miembro trabaja pasó de poco más del 6,0 por ciento a casi 8,0 por ciento en los últimos cinco años.
Estas tres tendencias revelan la crisis económica que persigue a los trabajadores comunes de la India.
Por otro lado, en noviembre último la tasa de participación laboral era de 40,2 por ciento, frente al 44,9 por ciento de enero de 2016.
Actualmente, la media en todo el mundo es de alrededor del 58,7 por ciento, según el Banco Mundial.
Asimismo, la tasa de desempleo de la India lleva tres años rondando la marca de 7,0 por ciento, superior a la media anterior entre 5,0 y 6,0 por ciento.
La mayor parte de la creciente población en edad de trabajar en las zonas rurales es absorbida por la agricultura.
Pero dado que los ingresos agrícolas no aumentan de forma concomitante, más personas se reparten la misma cantidad de ingresos procedentes de la agricultura y las actividades relacionadas.
Debido a la falta de puestos de trabajo en el sector industrial y de servicios, mayoritariamente urbano, gran parte de los emigrantes que volvieron a casa tras el primer cierre en marzo de 2020 no regresaron a las ciudades.
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