Hasta el momento, durante los disturbios en la mayor urbe de la nación resultaron afectadas 120 tiendas, más de 100 oficinas y 80 infraestructuras de servicios públicos, indicó el portal de noticias Zakon.kz, de esa nación centroasiática.
Informó que también fueron incendiados o dañados 33 vehículos, incluidos 16 de la policía, siete ambulancias, dos camiones de bomberos, siete camiones y un transporte cisterna.
Según medios de prensa y registros en las redes sociales, en Almaty se reanudaron los enfrentamientos entre agentes del orden y manifestantes. Fuentes de la agencia de noticias TASS confirmaron intentos de asaltar el edificio de la Administración de la ciudad.
Debido a los acontecimientos, el presidente de Kazajstán, Kasym-Zhomart Tokáyev, declaró el estado de emergencia en las regiones de Almatyý y Manguistau durante dos semanas.
Informó además que le fueron entregados todos los poderes para controlar las protestas al Ministerio del Interior, el Regimiento especial de reacción rápida y la Guardia Nacional.
Este miércoles, el mandatario aceptó la renuncia del Gobierno kazajo e informó que sus miembros continuarán sirviendo hasta la aprobación del nuevo Ejecutivo.
Tokáyev culpó a la estructura de Gobierno por no prever las protestas masivas como consecuencia de la alta subida de los precios del gas licuado.
Por otra parte, el jefe de Estado anunció que la estructura política y socioeconómica de Kazajstán no cambiará.
En su opinión, principios como la unidad, el estado de derecho, el respeto por la propiedad y la economía de mercado son centrales en la política estatal kazaja.
La determinación aprobada por el Ministerio de Energía, así como las empresas KazMunayGas y Kazakhgas, provocaron los disturbios en el país con fuertes choques entre la población y los efectivos policiales, según un comunicado del servicio de prensa presidencial.
Los disturbios en Kazajstán comenzaron el 2 de enero en las ciudades de Zhanaozen y Aktau, de la región de Manguistau (suroeste del país), donde los residentes protestaron contra los altos precios del combustible.
Dos días después, estallaron manifestaciones en Almaty (este), donde la policía utilizó granadas de humo para dispersar a la multitud, así como en otras ciudades, en particular en Atyrau, Aktobe (oeste), Uralsk (noroeste), Taraz, Shymkent y Kyzylorda (sur), Karagandá (noreste) e incluso la capital.
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