“Multitudes de elementos vandálicos golpean a los militares, los intimidan, los conducen desnudos por las calles, someten a las mujeres a la violencia, roban tiendas”, manifestó en una intervención para toda la nación.
El mandatario informó de muertos y heridos entre los policías, sin precisar cifras. «Quisiera agradecer a los policías y militares que hicieron frente a los grupos violentos y, lamentablemente, sufrieron bajas. Mis sinceras condolencias a sus familias», expresó.
El mandatario asumió desde este miércoles la jefatura del Consejo de Seguridad del país y decidió extender a esta capital el estado de emergencia y el toque de queda que antes estableció en las regiones de de Almaty y Manguistau durante dos semanas.
“Esta es una medida necesaria. Como presidente, estoy obligado a proteger la seguridad y tranquilidad de nuestros ciudadanos, a preocuparme por la integridad de Kazajstán. Las medidas que tomé tienen como objetivo el bienestar de un Kazajstán multinacional”, dijo.
Aclaró que las decisiones tomadas aún no son suficientes y está dispuesto a seguir actuando con la mayor dureza posible.
El presidente de Kazajstán aseguró que un grupo de conspiradores están instigando las protestas que sacuden el país desde el 2 de enero.
«La forma como se coordinan los elementos violentos evidencia que existe un plan de acción de los conspiradores que están motivados por razones financieras», explicó en su mensaje televisado.
Reportes recientes informaron que grupos de manifestantes que se encuentran en la ciudad kazaja de Almaty, armados con carabinas, fusiles automáticos e incluso granadas, destrozaron e incendiaron la residencia presidencial.
En este momento no funcionan en esa urbe las comunicaciones telefónicas ni el acceso a Internet, informó un corresponsal de la agencia de noticias TASS. Explicó que solo pueden acceder a Internet quienes emplean una red privada virtual (VPN, por sus siglas en inglés).
Los disturbios en Kazajstán comenzaron el 2 de enero en las ciudades de Zhanaozen y Aktau, de la región de Manguistau (suroeste del país), donde los residentes protestaron contra el aumento de los precios del gas natural licuado.
Dos días después, estallaron protestas en Almaty (este), donde la policía utilizó granadas de humo para dispersar a la multitud, así como en otras ciudades, en particular en Atyrau, Aktobe (oeste), Uralsk (noroeste), Taraz, Shymkent y Kyzylorda (sur), Karagandá (noreste) e incluso la capital.
Este miércoles, Tokáyev aceptó la renuncia del Gobierno kazajo e informó que sus miembros continuarán sirviendo hasta la aprobación del nuevo Ejecutivo.
El jefe de Estado culpó a la estructura de Gobierno por no prever las protestas masivas como consecuencia de la alta subida de los precios del combustible.
Pese a la dimisión del Gobierno y a la orden presidencial de regular de inmediato los precios del combustible, las protestas en el país continúan.
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