El Capitolio de los Estados Unidos, sede del primer poder de nuestro gobierno federal, fue asaltado por lo que consideró como “delincuentes” que maltrataron a los agentes de policía y utilizaron la fuerza para tratar de impedir que el Congreso hiciera su trabajo, expresó el senador por Kentucky en un comunicado.
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“Esta vergonzosa escena fue contraria al Estado de Derecho”, subrayó McConnell, quien también acusó a los demócratas por «explotar» políticamente el ataque violento.
Según opinó en el texto difundido en su página oficial, “fue sorprendente ver a algunos demócratas en Washington intentar aprovechar este aniversario para promover objetivos políticos partidistas que existían mucho antes de este evento», que dejó cinco muertos y 140 policías heridos.
Aquel día más de 10 mil seguidores del entonces presidente Donald Trump marcharon hacia el parlamento alentados por su teoría del fraude generalizado en las elecciones del 3 de noviembre de 2020.
Alrededor de 800 de aquellos enardecidos simpatizantes, muchos de ellos integrantes de grupos y movimientos de extrema derecha, irrumpieron en el edificio armados con hachas, bates de béisbol, palos de hockey y otros artefactos para impedir la certificación de la victoria electoral del demócrata Joe Biden.
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