De esa forma, el índice de incidencia creció hasta los 404 contagiados por cada 100 mil habitantes, aún cuando el número de pacientes en hospitales decreció, para quedar en dos mil 500, por debajo de los tres mil 120 del viernes pasado, indicó Radio Praga Internacional.
Tal situación llevó al ejecutivo a anunciar la retoma, a partir del próximo día 17, de la presentación obligatoria, dos veces a la semana, de pruebas negativas de antígenos para los empleados al ingresar a sus centros de trabajo, señaló ese medio de prensa.
Restricciones similares fueron puestas en práctica durante los picos registrados el pasado año de los infectados de coronavirus SARS-CoV-2, causante de la Covid-19.
Ante esa probabilidad, creció la venta de pruebas de antígeno entre la población, mientras esa comercialización se extiende ahora a la internet.
Pero aún así, algunos vendedores informaron sobre la falta de ese producto en sus almacenes, aunque esperan contar con suministros en breve, afirmó la Agencia Checa de Noticias.
La República Checa, con 10,8 millones de habitantes, acumula desde marzo de 2020 más de dos millones 500 mil casos, incluidos 36 mil 507 fallecidos por el efecto del SARS-CoV-2.
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