En declaraciones a la agencia de noticias Safa, el asesor de la Oficina Presidencial para Asuntos de Jerusalén, Ahmed Al Ruwaidi precisó que solo en el barrio jerosolimitano de Silwan suman cinco mil 600 con el argumento de que carecen de permisos legales.
La pasada semana las fuerzas de Tel Aviv derribaron una clínica que atendía a 21 mil residentes del área de Jabal Mukaber, así como varias casas y negocios.
El objetivo de esta política es controlar la tierra y cambiar la demografía de la parte oriental de la urbe para impedir así cualquier posibilidad de declararla capital de un futuro Estado palestino, subrayó Al Ruwaidi. Ante esa situación, anunció que los habitantes del área acordaron intensificar sus acciones y denuncias para proteger sus hogares, ya sea mediante actos políticos, legales o manifestaciones.
Los colonos “están implementando un programa sobre el terreno para evitar la solución de dos Estados, e imponer un hecho consumado”, advirtió.
Las autoridades israelíes aprobaron el miércoles último cinco proyectos de construcción de tres mil 557 viviendas para judíos en esa región.
Para el experto Fakhri Abu Diab, investigador en asuntos de Jerusalén, afirmó que esas iniciativas forman parte de una estrategia más amplia para judaizar la zona y aislarla de Cisjordania El plan es más extenso, e incluye al norte la construcción de nueve mil viviendas en el antiguo aeropuerto de Qalandia (proyecto paralizado el pasado año ante las críticas internacionales) y de un barrio nuevo en el corredor oriental conocido como E1, resaltó.
Abu Diab denunció que las autoridades de ocupación trabajan para aumentar la cantidad de asentamientos y de colonos, mientras reducen el número de palestinos mediante la confiscación de terrenos y la demolición de viviendas para obligarlos a emigrar.
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