El exenviado especial para Haití Daniel Foote apuntó que mientras la Casa Blanca expulsó a más de 14 mil haitianos desde septiembre evitó cualquier anuncio político importante en relación con el país.
«La reintroducción de personas desesperadas sin nada en una ciudad con decenas de miles de personas desplazadas ya por las bandas – receta para el desastre», dijo Foote a The Hill el lunes, refiriéndose a la capital de Haití, Puerto Príncipe.
En el último año, Haití atravesó un terremoto devastador, una crisis constitucional, el asesinato de un presidente en funciones, un atentado contra la vida del primer ministro y el retorno forzoso de decenas de nacionales desde Estados Unidos, precisó el diario The Hill en su valoración.
Foote, cuya misión era asesorar al Departamento de Estado sobre la paz y la estabilidad en Haití, se enteró de las repatriaciones mientras veía las noticias.
El exfuncionario anunció su dimisión poco después, frustrado tanto por el efecto desestabilizador de las repatriaciones como por su incapacidad para influir en las políticas de la administración Biden sobre el cambiante panorama político de Haití.
En julio, el presidente Jovenel Moïse fue asesinado en medio de una crisis constitucional en parte de su propia creación, poco después de nombrar a Ariel Henry como primer ministro entrante.
Tras un breve paréntesis bajo el mando del entonces primer ministro en funciones Claude Joseph, Henry se convirtió en el nuevo líder en funciones con el apoyo del llamado grupo central, un grupo de diplomáticos extranjeros entre los que se encontraba el embajador de Estados Unidos, aseveró el diario.
El apoyo de Washington a Henry irritó a muchos observadores de Haití, entre ellos Foote, que vio en esta medida el reflejo de anteriores casos de fracaso de la diplomacia estadounidense allí.
«Me quedó claro que Estados Unidos sólo iba a respaldar a Ariel Henry a menos que muriera o algo así. Que estaban detrás de él y que habían puesto todas sus fichas detrás de él», dijo Foote citado por el diario.
«El mayor error que está cometiendo la administración en este momento es que está exigiendo una solución unánime en Haití. Exigen que todo el mundo fusione sus acuerdos, incluido -y han sido explícitos al respecto- el acuerdo de Ariel Henry», dijo Foote a The Hill.
Afirmó The Hill que las desavenencias entre la administración y las comunidades haitianas podrían tener consecuencias electorales, especialmente en Florida, donde se asienta gran parte de la comunidad haitiano-americana.
mem/lb