La velada, encabezada por el viceministro de cultura Gabriel González y la embajadora cubana, Lydia Margarita González, también permitió que la muestra acercara a sus visitantes a la génesis de un proyecto mayor: La Casa de la Cultura Cuba- Panamá, La Vitrina.
En sus palabras de bienvenida, el presidente de la Asociación Martiana de Cubanos Residentes en Panamá, Humberto Pérez, explicó que con esta exposición se abre a la comunidad local “un novedoso espacio de encuentro para exaltar nuestra cultura y la identidad nacional».
De igual manera, dijo, “el momento no podría ser más propicio pues nuestra patria celebra 63 años del inicio de un ese inmenso proyecto social tan lleno de amor, equidad y dignidad, como es la Revolución cubana”.
A nombre de la legación diplomática de La Habana, Fidel Fernández, resaltó las oportunidades de formación de calidad y el acceso masivo en su país a todas las manifestaciones artísticas.
Para Cuba, remarcó, la cultura -escudo y espada de la nación- es también parte de su resistencia.
La exposición, intitulada Arte Facto, incluyó obras de los pintores Carlos Guzmán y Ernesto Córdova, residentes cubanos en Panamá, quienes agradecieron la oportunidad y vaticinaron que podría convertirse en un entorno maravilloso para el intercambio con creadores de esta tierra istmeña y latinoamericanos, interesados en difundir amor y esperanza, que es lo que trasmite el arte.
El vicetitular panameño de Cultura, también pintor, recorrió la muestra acompañado de Guzmán y Córdova, alabó la calidad de sus lienzos y mostró interés en las motivaciones de sus creadores y la técnica empleada.
Un momento emotivo de la cita resultó cuando la abogada panameña Alma Montenegro, destacada amiga de Cuba y su Revolución, entregó a nombre del artista local Pedro Rivera, una obra del afamado pintor de la Isla, René Portocarrero, como donativo a Cuba.
También de sus manos, la embajadora de la mayor de las Antillas recibió un posters del gráfico local Ricardo Jaime de Freitas, emitido por la Procuraduría de la República en 2001, referente a la devolución de Estados Unidos a Panamá de la zona ocupada y la vía interoceánica.
La ceremonia incluyó además las actuaciones de los sopranos cubanos Flavia Mirabal y Yasser Castañeda, radicados en el Istmo, quienes interpretaron “Canción del Amor Triste”, de Ernesto Lecuona; y “La dulce quimera”, de Gonzalo Roig, respectivamente.
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