Nuestro análisis forense permitió comprobar el error durante mucho tiempo en la fecha reconocida para los más antiguos representantes de la especie humana, apuntaron los autores, científicos internacionales dirigidos por la universidad de Cambridge, en Reino Unido.
El origen de los Homo sapiens lo estimaron en menos de 200 mil años atrás, pero ahora las capas de ceniza volcánica por encima y por debajo de los materiales arqueológicos y fósiles de esa región permitieron elevar la edad, afirmaron en el texto.
«La Formación Omo Kibish es un extenso yacimiento sedimentario al que apenas se accedió e investigó en el pasado», explicó uno de los participantes y codirector de la investigación de campo, el profesor Asfawossen Asrat, de la universidad de Addis Abeba, Etiopía.
A diferencia de otros que se creen de las primeras etapas del linaje del Homo sapiens, Omo I posee inequívocas características humanas modernas, como una bóveda craneal alta y globular y un mentón, subrayó, por su parte, el doctor Aurélien Mounier, del Musée de l’Homme de París, Francia.
Los implicados afirmaron que, aunque este examen más detallado muestra una nueva edad mínima del Homo sapiens en África oriental, es posible que nuevos hallazgos y evaluaciones la amplíen aún más atrás en el tiempo.
Sólo podemos datar a la humanidad basándonos en los fósiles que tenemos, así que resulta imposible decir que esta es la edad definitiva de nuestra especie, subrayó Céline Vidal, del departamento de Geografía de Cambridge, autora principal del trabajo.
Los estudios de la evolución humana están siempre en movimiento, los límites y las líneas de tiempo cambian a medida que mejora nuestra comprensión, aclaró.
Sin embargo, aseguró Vidal, estos fósiles muestran lo resistentes que somos los humanos, que sobrevivimos, prosperamos y emigramos en una zona tan propensa a los desastres naturales.
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