Según el diario The Telegraph, asesores y funcionarios que trabajan en Downing Street estuvieron de juerga hasta las primeras horas de la madrugada del 17 de abril pasado, día en que la reina Isabel II enterró a su esposo, el duque de Edimburgo, y las restricciones por la Covid-19 prohibían las reuniones en espacios cerrados.
El periódico detalló que una de las celebraciones fue para despedir al entonces jefe de prensa de Johnson y ahora subdirector del tabloide The Sun, James Slack, quien este viernes se disculpó “sin reservas” por lo ocurrido. El otro convite fue organizado por uno de los fotógrafos personales del primer ministro, aunque de acuerdo con The Telegraph, los participantes en ambas fiestas luego confluyeron en los jardines del complejo gubernamental.
Aunque Johnson no participó en esas juergas por encontrarse en la residencia campestre de Chequers, las nuevas revelaciones podrían dar al traste con sus esperanzas de seguir en el cargo luego de admitir el miércoles pasado que estuvo en otra fiesta en Downing Street en mayo de 2020, cuando el país estaba bajo un confinamiento estricto por la primera ola de la pandemia.
¿Cómo diablos puede ahora el primer ministro volver a presentarse ante la reina, mirarla a los ojos y pretender que todo está bien?, se preguntó la diputada laborista Emily Thornberry, en declaraciones a la cadena Sky News, al tiempo que le hizo un nuevo llamado a Johnson para que renuncie.
El ministro de Seguridad, Damian Hinds, también se declaró sorprendido por las nuevas revelaciones de este viernes, y admitió que se deben tomar medidas con las personas involucradas, pero al igual que otros miembros del gabinete, reiteró su respaldo a Johnson.
El primer ministro, quien la víspera anunció que estaría unos días en autoaislamiento porque un miembro de su familia dio positivo a la Covid-19, aseguró el miércoles en el Parlamento que esperaría por los resultados de una investigación interna que él mismo encargo.
Hasta el momento, alrededor de media docena de legisladores conservadores se han unido a los opositores y a más de la mitad de los electores británicos que según las encuestas le piden la renuncia.
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