Por tercera vez en menos de dos semanas, la cámara baja del Parlamento, controlada por el oficialismo y sus aliados, aprobó la iniciativa, en esta ocasión con 215 votos a favor, 58 en contra y siete abstenciones.
Diputados de la izquierda rechazaron el texto esta noche y adelantaron que presentarán recursos ante el Consejo Constitucional para anularlo, bajo el argumento de que ataca las libertades fundamentales.
Este trámite impulsado por fuerzas como La Francia Insumisa, dilatará aún más la promulgación del pase de vacunación, lo que el gobierno pretendía hacer el 15 de enero, pero el Senado, dominado por la oposición conservadora, votó dos veces un proyecto modificado, con cambios inaceptables para el ejecutivo.
Una vez en vigor el nuevo pase, este solo se activará si su portador tiene un esquema completo de inmunización frente a la Covid-19, el que deberá presentar de manera obligatoria para realizar algunos viajes y acceder a restaurantes, cines, teatros, museos, eventos, conciertos, espectáculos, instalaciones deportivas y otros lugares.
Alrededor de cinco millones de personas siguen sin vacunarse en el país, sobre las que el gobierno busca poner presión, en un escenario marcado por la propagación de la variante Ómicron del coronavirus SARS-CoV-2, responsable de un promedio diario de más de 300 mil casos.
Los debates de los últimos días en el Parlamento arrojaron como cambio principal la elevación de 12 a 16 años de la edad para exigir el pase de vacunación, pero otros puntos polémicos permanecieron en el texto defendido por el oficialismo, entre ellos la posibilidad de que personal de los sitios mencionados pueda realizar controles de identidad.
Desde la oposición en la Asamblea Nacional, instancia que en Francia tiene la última palabra en el orden legislativo, fueron reiteradas críticas al gobierno, acusándolo de utilizar la pandemia con fines electorales, a partir de que restan menos de 90 días para los comicios presidenciales.
ifb/wmr