Los implicados en el estudio, al analizar el ventrículo izquierdo, comprobaron que adquiere una sección transversal circular y se inclina de la simetría vertical normal, esto último presente antes en pacientes con estenosis aórtica.
Este patrón de remodelación podría informar los modelos de predicción de riesgo y generar una conciencia más temprana sobre la necesidad de adoptar un estilo de vida más saludable desde la infancia, comentó uno de los autores Pablo Lamata.
Catedráticos todos de la universidad pública King’s College de Londres, recopilaron datos a los largo de los años, desde la fase prenatal temprana hasta la infancia y examinaron el desarrollo del sistema cardiovascular, así como los factores de riesgo tempranos.
Incluyeron exploraciones de imágenes cardíacas por resonancia magnética (CMR, siglas en inglés) de casi tres mil niños neerlandeses de 10 años, con una distribución equilibrada de sexos.
«La obesidad en los infantes es, por supuesto, una preocupación trascendente, ya que puede afectar el desarrollo saludable”, escribió el autor principal, Maciej Marciniak.
Si tuviéramos más elementos clínicos sobre este impacto, los médicos podrían aconsejar mejor a los pacientes que sigan estilos de vida más saludables a una edad temprana, apuntó.
Al mirar al futuro, estos análisis pueden ayudar a advertir sobre parámetros de remodelación, relacionados con los intereses y comportamientos individuales, los factores ambientales, entre otros, aseveró.
Responderemos en una nueva etapa si se trata de una respuesta adaptativa o desadaptativa y si esta firma de remodelación podría informar los modelos de predicción de riesgos, aseguraron los investigadores.
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