En una intervención ante el Club Internacional de Debate Valdái, el alto funcionario ruso señaló que a Moscú le gustaría recibir respuesta en un futuro próximo, pues la importancia del tema lo requiere y este país no está dispuesto a esperar de forma indefinida.
“No estamos listos para sumergirnos en el habitual alboroto diplomático y burocrático sobre qué formatos son los óptimos para esto”, subrayó.
Acerca de las recientes alarmas de Washington por las próximas maniobras militares conjuntas entre Rusia y Belarús, Riabkov aseguró que no hay motivos para que Occidente se preocupe.
Explicó que Moscú y Minsk tienen planes relevantes que cumplir en el marco del Estado de la Unión, entre ellos controles militares sorpresivos.
Recordó que la víspera el viceministro ruso de Defensa, coronel general Alexander Fomín, ofreció explicaciones exhaustivas sobre estos ejercicios, incluso a los agregados militares de varios países acreditados en esta capital.
El vicecanciller reiteró que las autoridades de su país siempre están listas para el diálogo y dispuestas a buscar una solución política integral a los problemas actuales que fortalezca, en primer lugar, la seguridad de la nación, pero también a escala más amplia.
“Estoy seguro de que no hay riesgo de una guerra a gran escala que pueda desarrollarse en Europa o en cualquier otro lugar. No tenemos intención de realizar ninguna acción agresiva. No atacaremos ni invadiremos Ucrania”, enfatizó.
Sin embargo, llamó la atención sobre la integración cada vez mayor de Ucrania a la OTAN sin ser miembro formal, lo cual consideró una amenaza cardinal para la seguridad de Rusia.
“Haremos todo lo posible para revertir esta situación, para reequilibrarla a través de canales diplomáticos. Los borradores de documentos que fueron propuestos a Estados Unidos son exactamente el camino que se debe tomar para una solución diplomática”, explicó.
Riabkov advirtió que esas propuestas sobre la seguridad europea tienen carácter de paquete y Moscú no está dispuesto a dividirlas en partes.
“No estamos dispuestos, digamos, a considerar algunas direcciones en detrimento de otras”, apuntó.
Significó que la prioridad para Rusia es conseguir garantías firmes y jurídicamente vinculantes de Estados Unidos de que Ucrania y otros países vecinos no se convertirán en miembros de la OTAN.
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