En un mensaje por la 56 Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, el sumo pontífice señaló que “lo que hace la comunicación buena y plenamente humana es precisamente la escucha de quien tenemos delante”, a quien “nos acercamos con apertura leal, confiada y honesta”.
“¡Escuchen!” fue el tema escogido por Francisco para celebrar este año la iniciativa impulsada por la iglesia católica desde 1967 para llamar la atención sobre “el vasto y complejo fenómeno de los modernos instrumentos de comunicación social”.
Lamentablemente, indicó el papa, la falta de escucha que experimentamos muchas veces en la vida cotidiana, es evidente también en la vida pública, en la cual, a menudo, en lugar de oír al otro, lo que nos gusta es escucharnos a nosotros mismos.
Tras referirse a la imposibilidad de hacer buen periodismo sin la capacidad de escuchar, Francisco subrayó que “para brindar una información sólida, equilibrada y completa es necesario haber escuchado durante mucho tiempo”.
En opinión del pontífice, para contar un evento o describir una realidad en un reportaje es esencial haber sabido escuchar, con disposición a cambiar de idea y modificar las hipótesis propias de partida.
Escuchar diferentes fuentes “asegura fiabilidad y seriedad a las informaciones que transmitimos”, añadió el sucesor de Pedro al afirmar que “la capacidad de escuchar a la sociedad es sumamente valiosa en este tiempo herido por la larga pandemia”.
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