Desde este lunes, los mayores de 16 años deberán presentar el documento digital o impreso, que certifica la existencia de un esquema completo de vacunación contra la Covid-19, como requisito obligatorio para realizar algunos viajes o acceder a restaurantes, cines, museos, teatros, eventos, espectáculos, estadios y otros lugares.
La nueva herramienta sustituyó al pase sanitario, tras su aprobación en la Asamblea Nacional, donde los cambios propuestos por la oposición dilataron la adopción definitiva del proyecto, y con ello la aplicación del nuevo pase, el cual el gobierno aspiraba a activar el 15 de enero.
De esta manera, el resultado negativo de una prueba de PCR para diagnosticar la enfermedad causada por el coronavirus SARS-CoV-2 no es suficiente para el acceso a los sitios y las actividades antes citadas.
Por tanto, el pase de vacunación es considerado en suelo galo una vía del gobierno para aumentar la presión sobre los más de cinco millones de franceses renuentes a inmunizarse.
El viernes, el Consejo Constitucional validó la entrada en vigor del pase, instancia a la que acudieron diputados y senadores de oposición, después de que la Asamblea Nacional lo aprobara.
Según los detractores de la herramienta gubernamental, esta representa una amenaza de violación de las libertades individuales.
En los últimos meses, decenas de miles de personas protestaron los fines de semanas en esta capital y otras ciudades contra el pase de vacunación, al cual tildaron de discriminatorio y de “apartheid” entre vacunados y no vacunados.
Sin embargo, la mayoría de las personas respalda la iniciativa, ya que las encuestas muestran que seis de cada 10 entrevistados están de acuerdo con implementarla, en medio de una ola de contagios generada por la variante Ómicron del coronavirus SARS-CoV-2, con una media diaria superior a los 300 mil casos.
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