Este “gesto entrañable”, según el monarca español, se produce como parte de su visita oficial a Puerto Rico para participar en la conmemoración de los 500 años de la capital puertorriqueña, además de asistir a un encuentro de empresarios españoles.
En su segundo día de visita a San Juan, luego de arribar el lunes a esta isla, que pasó a control de Estados Unidos como parte de la Guerra Hispano-cubana-americana en 1898, Felipe VI agota una intensa jornada en la histórica ciudad, visitando distintos lugares históricos, ademas de La Fortaleza, sede del Ejecutivo, la iglesia San José, recién restaurada.
“Este gesto entrañable, que es la entrega de la Llave de la Ciudad, tiene un significado simbólico y emocional: es una muestra de confianza y a la vez la libertad que otorgáis a un visitante para entrar a la ciudad”, expresó en un acto en el ayuntamiento al que asistieron algunas personalidades invitadas.
Reaccionó emocionado por la visita “a la muy noble y leal ciudad de San Juan”, que “mantiene abierto los corazones a todos los españoles desde hace 500 años”, por lo que el reconocimiento otorgado permite “renovar lazos, reafirmar afectos y evocar un pasado común”.
El rey Felipe VI refirió que “hace casi seis años tuve la oportunidad de venir al séptimo congreso de la lengua española”, al tiempo que se mostró esperanzado en que regresará a Puerto Rico: “Espero volver, estoy seguro que volveré”.
Además de recibir la Llave de la Ciudad, el jefe de Estado español participó en la develación en la Casa Alcaldía de una tarja en honor a su visita.
Previamente, el rey de España visitó en la mañana de este martes el convento Siervas de María, contiguo a La Fortaleza, en compañía del gobernador Pedro R. Pierluisi, al que había condecorado previamente en el Salón del Trono, mediante la imposición de un broche en la solapa, símbolo de la distinción.
El monarca posteriormente caminó por las adoquinadas calles hacia la alcaldía de San Juan, trayecto en el que dialogó con el gobernante puertorriqueño acerca de la arquitectura del casco antiguo de la capital, que cumple 500 años.
Por la tarde Felipe VI asistió a una exposición en honor al poeta premio Nobel de Literatura Juan Ramón Jiménez, quien impartió docencia en la universidad estatal de Puerto Rico, donde falleció el 29 de mayo de 1958, a los 76 años de edad.
También tuvo un breve encuentro con el arzobispo de San Juan, Roberto González Nieves, para un recorrido por la recién restaurada iglesia San José.
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