El ministro de Defensa, teniente general Muhammad al Maqdashi, inspeccionó las zonas de combate en el sur de ese territorio, precisó la agencia oficial de noticias Saba.
Según el medio noticioso, el militar visitó las líneas del frente y varios sitios que fueron recientemente liberados.
Al Maqdashi destacó que en las últimas semanas los rebeldes perdieron la meridional provincia de Shabwa y amplias zonas de la vecina Marib.
Hace dos semanas, el brigadier saudita Turki Al Maliki, vocero de la coalición árabe que respalda al Gobierno yemenita, anunció una ofensiva en todos los frentes contra los hutíes.
Al Maliki realizó esas declaraciones en la ciudad de Ataq, capital de Shabwa, capturada a principios de año por las fuerzas gubernamentales y la Brigada de los Gigantes, una unidad respaldada por Emiratos Árabes Unidos.
Precisamente, hace dos días esa brigada anunció la toma total del distrito de Huraib, en Marib, atacada por los milicianos en una gran ofensiva iniciada en febrero de 2021.
Además de su riqueza petrolera, esa provincia es clave pues representa el último gran reducto controlado en el centro de esta nación por las fuerzas del presidente Abd Rabbu Mansour Hadi.
En respuesta a los avances de esa unidad, los milicianos atacaron en los últimos días la capital emiratí, Abu Dabi, mediante el uso de drones.
La guerra comenzó en 2014, cuando los rebeldes se levantaron en armas y ocuparon grandes extensiones del país, incluida su capital, Saná.
Al año siguiente una coalición árabe, encabeza por Arabia Saudita, intervino en el conflicto en respaldo de Hadi.
Según la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, dos tercios de la población, unos 20 millones de personas, dependen de la asistencia humanitaria y el 80 por ciento vive por debajo del umbral de pobreza.
El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo consideró en noviembre que Yemen atraviesa “la peor y más grande catástrofe humanitaria del mundo” y en ese sentido proyectó que para finales de 2021 la guerra habrá matado a 337 mil personas de forma directa o indirecta.
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