De acuerdo con el sondeo de la firma Ipespe, el exmandatario (2003-2011) se mantiene como favorito con el apoyo del 44 por ciento de los encuestados, mientras que el resto de los puntos están repartidos entre los otros precandidatos.
La cifra es una pista de la cercanía del expresidente a la victoria en primera vuelta, para lo que necesita el 50 por ciento más uno de las boletas válidas, según establece la legislación brasileña.
También es una muestra de la dispersión del voto entre quienes apuestan por los otros posibles candidatos, entre los que figuran el actual mandatario, Jair Bolsonaro, y el exjuez Sergio Moro.
Bolsonaro, afiliado hace poco al Partido Liberal, es el rival más cercano con un 24 por ciento de apoyo, mientras Moro, por Podemos, tiene solo 8 puntos porcentuales, lo que matemáticamente lo deja sin opciones para llegar al Palacio de Planalto (sede del Ejecutivo).
Por otra parte, el estudio de Ipespe destaca que en caso de una segunda vuelta electoral entre Lula y Bolsonaro, el líder del PT vencería con el 54 por ciento de los votos válidos, por sobre el 30 de apoyo al actual mandatario.
Todas las encuestas sobre el tema coinciden en señalar a Lula como gran favorito de cara a los comicios en todos los escenarios posibles.
El sondeo ratifica además el bajo nivel de aprobación a la gestión del Gobierno de Bolsonaro, al desempeño económico del país y el manejo de la crisis sanitaria generada por la Covid-19.
Para la encuesta, Ipespe entrevistó vía telefónica a mil individuos de todo Brasil.
El margen de error es de más o menos 3,2 puntos porcentuales y el nivel de confianza supera el 95 por ciento.
Los comicios generales están convocados para octubre próximo y, además de un nuevo Ejecutivo, serán electos los integrantes de ambas cámaras del Congreso Nacional (Parlamento), los gobernadores de los estados y otras autoridades locales.
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