Entre las acusaciones que se le formulan se encuentra la captación de una adolescente de 16 años para el EI y la esclavización de una mujer yazidí cautiva.
Durante su estancia en territorio sirio, contrajo matrimonio con varios miembros del EI y procreó otros dos hijos, a los que adoctrinó en la ideología radical de ese grupo islamista.
Se pudo comprobar que con tal propósito obligó a su hija menor, a la cual llevó a ese país contra la voluntad de su padre, a presenciar la lapidación de una mujer por parte de los extremistas, y le mostró videos de ejecuciones.
Tras su reclusión en campamentos kurdos la militante del EI fue enviada de regreso a Alemania, donde arribó por el aeropuerto de Frankfurt, tras lo cual fue arrestada por los servicios germanos de lucha contra el terrorismo y enviada a prisión de forma preventiva, precisa la fuente.
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