En la solemne velada, que también contó con la presencia de la embajadora cubana en el Istmo, Lydia Margarita González y personal diplomático, depositaron ofrendas florales en un busto en el emblemático parque Belisario Porras, de esta capital, que recuerda la impronta del más universal de los cubanos.
Entre los oradores, Robinson Hernández, coordinador del capítulo Panamá Oeste de la solidaridad, destacó el legado del Apóstol de la libertad, como le llamó, y sus ideas independentistas, que lo llevaron a la cárcel, al exilio, pero también a viajes por toda América divulgando principios del Partido Revolucionario Cubano, del cual era Delegado y líder.
Hernández recordó momentos históricos del vínculo de Martí con Panamá, como su estadía el 27 de junio de 1893, cuando arribó por playas del Istmo, en tránsito a Costa Rica para reunirse con el General Antonio Maceo.
Martí llegó a Panamá lleno de esperanzas debido a que este país se había liberado del colonialismo español, precisó, y con su oratoria convenció a los nacionales para contribuir con fondos a la campaña en favor de la lucha de Cuba por su definitiva independencia.
Sus últimas palabras en la nación centroamericana, concluyó, fueron de aliento para su futura separación de Colombia: “que el cielo los premie y os haga comprender vuestro propio deber”, sentenció Martí entonces.
También en representación de la Asociación Martiana de Cubanos Residentes en Panamá, su presidente, Humberto Pérez, recordó que «los latinoamericanos y cubanos dignos siempre celebraremos el nacimiento de ese que nos enseñó sobre todas las cosas a amar a la patria».
El acto de homenaje a Martí en Panamá cerró con la actuación de niños de la legación diplomática de La Habana que interpretaron los Versos Sencillos del Maestro.
Este viernes movimientos panameños de solidaridad, como el capítulo de la provincia caribeña de Colón, entre otras demarcaciones, recordaron la fecha y resaltaron la vigencia del pensamiento antimperialista de José Martí.
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