Un estudio de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) presentado esta semana confirmó que la pobreza extrema se elevó a niveles registrados 27 años atrás, mientras que la tasa de pobreza general alcanzó un nivel similar al de finales de la década de 2000.
Entre otros aspectos, señaló el documento, subió la proporción de mujeres que no recibe ingresos propios y se mantuvieron las brechas de disparidad y miseria en áreas rurales, pueblos indígenas y la niñez.
Asimismo, al examinar distintos índices, entre ellos el coeficiente de Gini, que mide la desigualdad, se constató un incremento de esta.
El pasado año cinco millones de personas más en el continente entraron en la pobreza extrema, que ya alcanzó los 86 millones, en tanto se estima que la tasa de pobreza general disminuyó levemente, del 33 al 32,1 por ciento de la población, para situarse en los 201 millones.
De acuerdo con el organismo de las Naciones Unidas, la pobreza habría sido mayor si los países de la región no hubieran adoptado medidas como las transferencias de ingresos de emergencia.
Sin esas acciones la pobreza extrema hubiera sido alrededor de 1,8 puntos porcentuales más alta, y la pobreza general 2,9 puntos porcentuales más elevada como promedio en siete países.
Pese a lo anterior, el Panorama Social 2021 consignó que en los últimos 10 meses de 2020 las transferencias de emergencia anunciadas por los gobiernos para paliar el efecto de la crisis representaron un gasto de 89 mil 700 millones de dólares, mientras que en los primeros 10 meses de 2021 fue la mitad: 45 mil 300 millones de dólares.
Subrayó ese informe que la supuesta recuperación económica de 2021, que causó cierta euforia, no ha sido suficiente para mitigar los profundos efectos sociales y laborales de la pandemia de la Covid-19, estrechamente vinculados a la desigualdad de ingreso y género, la pobreza,la informalidad y la vulnerabilidad en que vive la población.
Ante ese panorama la secretaria ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcena, llamó a mantener las transferencias monetarias de emergencia en 2022 o hasta que la crisis sanitaria esté controlada.
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