En un artículo escrito a cuatro manos junto al ministro de Hacienda, Rishi Sunak, en el Sunday Times, Johnson reiteró que los 12 mil millones de libras esterlinas (16 mil millones de dólares) que se recaudarán serán utilizados para ayudar a la recuperación del Servicio Nacional de Salud luego de la pandemia de Covid-19.
Queremos superar esta fase dominada por la Covid-19, seguir con nuestros planes de sacar ventaja a las nuevas libertades ofrecidas por el Brexit para convertir al Reino Unido en el centro empresarial de Europa y del mundo, afirmaron ambos.
Bajo el nuevo esquema, los trabajadores que devengan más de 20 mil libras (26 mil dólares) al año deberán aportar casi 120 dólares más a la seguridad social, mientras que quienes ganen 50 mil libras (67 mil dólares) tendrán que contribuir con más de 620 dólares.
Solo quienes tengan salario por debajo de las mil libras mensuales estarán exentos de pagar la seguridad social a partir de abril.
Los críticos de la medida, entre los que se incluyen varios diputados conservadores, aseguran que la subida del impuesto en un 1,25 por ciento afectará mayormente a los trabajadores con menos ingresos, y contribuirá a disparar aún más la inflación, que ya está en un 5,4 por ciento, su nivel más alto de los últimos 30 años.
El sector empresarial advirtió además que los comercios podrían tratar de resarcir los daños con un incremento de los precios a pagar por los consumidores.
Antes de la publicación del artículo se especulaba que Johnson daría marcha atrás al polémico plan para tratar de recuperar la popularidad perdida después del escándalo desatado por las revelaciones de que tanto él como sus asesores y ayudantes celebraron fiestas en la residencia oficial de Downing Street durante la cuarentena por la Covid-19.
El primer ministro podría incluso verse obligado a renunciar de prosperar una moción de desconfianza promovida por algunos miembros de su propia bancada parlamentaria.
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