La carta aludió al restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre ambos países y como, en menos de dos meses, la cooperación bilateral ya experimenta resultados fructíferos, evidenciados en la firma de convenios económicos y programas de viviendas.
El mandatario chino manifestó su compromiso con la ampliación y desarrollo de los vínculos en este año nuevo y su disposición al trabajo conjunto para “profundizar en la confianza política, el intercambio en diversas esferas y el bienestar social de los dos pueblos”.
Tras más de tres décadas de lazos con Taiwán, establecidos desde 1990 con la asunción al poder de Violeta Barrios y el comienzo de 16 años de gobiernos neoliberales, Nicaragua decidió romper las relaciones oficiales con ese territorio y emitir el reconocimiento a una sola China.
La decisión, aprobada el 9 de diciembre último, determinó la apertura de una embajada de Beijing en Managua 22 días después y la consolidación de futuros acuerdos en campos como la ciencia, tecnología, educación, salud, arte, cultura, deporte, medios de comunicación y transporte.
Durante la ceremonia de instalación, el canciller nicaragüense, Denis Moncada, aseguró el impulso de vínculos sobre la base del respeto mutuo a la soberanía, la no injerencia en los asuntos internos, la dignidad e integridad territorial de los estados y su derecho a contar con sistemas de seguridad social.
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