En medio del impacto de la variante Ómicron del coronavirus SARS-CoV-2, responsable de más de 300 mil casos diarios de la enfermedad, el gobierno había dado a las autoridades locales la potestad de ordenar el uso de la máscara en sintonía con la situación departamental o de la ciudad.
La primera etapa del proceso de relajación anunciado el 20 de enero por el primer ministro Jean Castex, también incluye el fin del teletrabajo, ordenado hasta tres veces por semana.
De esta manera, el trabajo desde casa pasó a partir de este miércoles de obligatorio a una recomendación.
La otra decisión tiene que ver con la eliminación de las limitaciones de acceso de público a eventos, espectáculos y estadios, por lo que estos podrán acoger a las personas de acuerdo con su capacidad.
Según el cronograma gubernamental, el próximo paso del levantamiento de las restricciones tendrá lugar el 16 de febrero, cuando podrán reabrir las discotecas, instalaciones cerradas desde el 10 de diciembre.
Por su parte, los conciertos serán nuevamente autorizados en el país, al igual que el consumo de bebidas y alimentos en estadios, cines y medios de transporte.
Francia continúa bajo el azote de Ómicron, y sus autoridades de salud confirmaron ayer 416 mil contagios y 381 decesos por la Covid-19, mientras sigue tenso el escenario en los hospitales, con más de 32 mil personas ingresadas, tres mil 751 de ellas en cuidados intensivos.
El presidente Emmanuel Macron insistió en que debe permanecer la vigilancia, ya que la pandemia no ha terminado.
rgh/wmr