A pesar de los avances, la desigualdad en la inmunización supera al resto de las regiones y una señal preocupante está en que uno de cada cuatro ciudadanos aún aparece sin recibir una sola dosis, lamentó la directora general de la entidad, Carissa F. Etienne.
Tenemos serios puntos ciegos porque no podemos ver datos detallados, expuso la funcionaria, quien pidió a los países recopilar y reportar información que muestre el alcance con los fármacos por edad, sexo y grupos de riesgo, cuando sea posible.
“Sin estos números, no sabremos qué proporción de grupos de alto riesgo, como los ancianos, las mujeres embarazadas o los trabajadores de la salud, fueron protegidos”, explicó.
Calificó esto de crucial para diseñar campañas de vacunación específicas, maximizar el impacto de las dosis de vacunas y salvar vidas.
Reflexionó que observan brechas preocupantes en territorios con reportes de datos detallados, y mencionó a Estados Unidos y Anguila, cuyas coberturas de inmunización entre los ancianos son menores que en los grupos más jóvenes.
La funcionaria instó a las naciones a volver a analizar sus datos de vacunación para que comprendan mejor sus brechas, ya sea en términos geográficos, edad, sexo o entre grupos prioritarios clave.
Los estados de la región deben enfocar sus esfuerzos en proteger primero a los trabajadores de la salud, las personas inmunodeprimidas y los ancianos, remarcó.
Si no lo hacen, seguirán experimentando brotes, y sus centros de salud permanecerán sobrecargados, advirtió.
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